La Europa League tendrá en Francia a un doble ganador de la competencia (2010 y 2012) y a un equipo que intentará ganarlo en su tercera final de la historia (perdió las de 1999 y 2004).
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El partido ha generado una gran expectativa en las dos contiendas, aunque el frenesí es mayor en los franceses. Si se trata de medir las posibilidades por la demanda de entradas, el Marsella empieza mejor, porque además de agotar las entradas que dispuso el club (11.500) fue mayor la demanda online que hubo en Francia.
El publico colchonero no pudo agotar todos los tickets dispuestos por la UEFA (también 11.500), porque quedaron en boletería unos 1.700 tickets.
Eso sí, para llegar a Lyon los más de 10.000 colchoneros se dividieron entre los 12 vuelos chárter desde Madrid, los 38 ómnibus que partieron desde distintas ciudades, además de los vehículos particulares.
Queda claro que la afición gala está como loca por la final, instancia a la que no llegaba desde hacía 14 años.
Quizás por eso el grueso de las entradas revendidas se han comprado en Francia. Hoy, aunque en teoría las entradas son nominativas e intransferibles, siempre hay lugar para los que hacen su negocio. Y en algunos casos se trata de un mercado muy redituable porque una entrada VIP hoy llega a costar 6.900 euros.
Este hecho trae aparejado otro problema mayor: la seguridad dentro y en los alrededores del estadio. Hoy la Policía francesa teme que los Ultras del Marsella, conocidos por su largo historial de incidentes, tengan tickets cercanos a las ubicaciones dispuestas para los aficionados del Atlético de Madrid. No puede ignorarse que, además, que una década atrás las facciones más violentas del Marsella protagonizaron tremendos hechos de violencia en las inmediaciones del Vicente Calderón.
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