El mediocampista de la Sampdoria tiene mucha ilusión de poder quedarse en el plantel de 23 futbolistas que irán a Rusia y está seguro que a la Celeste la "respetan muchas selecciones"; además, no quiere que se piense que pasar de Grupo será fácil.
Feliz. Entusiasmado. Y con unas enormes ilusiones de convertirse en jugador mundialista con la Selección de Uruguay. Así llegó el mediocampista de la Sampdoria de Italia, Lucas Torreira.
Confiado en sus fuerzas, en el poderío del equipo, pero con un mensaje bien claro: "el Grupo es bastante complicado. No podemos pensar que nos tocó una llave accesible, que Uruguay ya pasó de fase porque no sería nada bueno. Nos pasó en 2014 con Costa Rica, cuando por ahí se pensaba que Costa Rica era la selección de menor poderío y terminó clasificando. Hay que analizar bien lo que tienen los rivales, los partidos son siempre difíciles, hoy es muy complicado porque el fútbol está equilibrado y hay que ir con la cabeza bien puesta en lo que es un Mundial".
Sin perjuicio de ese concepto base, que tiene como objetivo el lograr la mayor concentración posible para que la Celeste no se deje sorprender, Torreira tiene una visión positiva del poderío que tiene Uruguay. "Sabemos que tenemos un equipo muy importante, jugadores que hoy se están destacando en grandes equipos de Europa y eso es muy relevante para nosotros, que queremos ser muy competitivos".
La fuerza que otorgan al equipo esos futbolistas es lo que le permite a Torreira soñar. Y hacerlo a lo grande. "Uruguay está para hacer un grandísimo Mundial. Tenemos jugadores muy importantes, muchas selecciones nos respetan, así que la intención de la selección es siempre representar bien al país".
La búsqueda de la Copa del Mundo es, también, un objetivo. "Claro que sí, soñar no cuesta nada y obviamente que con un Mundial, que es lo más lindo de todo, mucho más".
Sobre su factible presencia en Rusia 2018, Torreira señaló: "El Mundial es un sueño que vengo alimentando desde hace muchísimo tiempo, así que estoy muy ilusionado de poder llegar. Después de lo que pasó en China estaba con mucha ilusión y muchas ganas. En lo que me quedaba de campeonato con la Sampdoria traté de hacer lo mejor para poder estar en la lista de reservados y obviamente que estoy contento. No veo la hora de llegar al complejo para encontrarme con mis compañeros y poder entrenar".
Alegre, sonriente, satisfecho y lleno de "felicidad, es un sueño por el que vengo luchando desde hace mucho tiempo. Vengo con tranquilidad y con ganas de trabajar muy duro para poder llegar al Mundial".
Fuente: (Ovaciondigital.com.uy)
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