El uruguayo cerró una temporada brillante en el United, que siempre creyó en sus posibilidades y al que lideró con humildad y trabajo
No pudo ser, es verdad, se escapó el título del Manchester United en la Europa League, pero Edinson Cavani volvió a dar otra muestra de clase a nivel mundial y cerró una temporada que dejó tragando sus palabras a más de uno.
En junio del 2020 le dijo adiós a un PSG, que no quiso renovar su contrato pese a ser el máximo goleador de la historia del club (200 gritos), tras seis temporadas de títulos, llenas de festejos, alegrías y también varias frustraciones.
Amado por los hinchas franceses, dejó Paris dejando su nombre marcado a fuego y allí comenzaron la danza de rumores sobre su destino: que vuelve al Napoli, que Benfica, otros mencionaban un desembarco en España, Gremio se ilusionó, vaivenes de una espera que se hizo más larga de lo esperado.
Allí apareció un entrenador que lo eligió e hizo todo para que llegara, el noruego Ole Gunnar Solskajer. Confiado en lo que el salteño le podía brindar a su equipo, llegó a un acuerdo para su contratación por el Manchester United la que se cerró en octubre del año pasado.
El camino con los "Red Devils" no fue fácil, el idioma, adaptarse a una nueva ciudad, jugar con tribunas vacías, la lejanía con su familia en épocas de crisis sanitaria a nivel mundial, todo eso influyó para un arranque que fue de menor a mayor.
Solskjaer siempre confió: "es un delantero de primera clase mundial", decía en cuanta conferencia de prensa pasaba, mientras le daba las armas para que el "Matador" retomara su mejor forma física, lo que terminó dando sus frutos en grande.
En la Premier League totalizó 1368 minutos, en 26 partidos disputados, 13 de ellos como titular, con la nada despreciable cifra de diez goles convertidos, en un equipo que terminó vicecampeón tras muchos años sin pelear tan arriba.
Humilde y rendidor
Pero si eso tenía sabor a poco para algunos, la participación del delantero en la Europa League fue brillante. En cinco partidos disputados defendiendo a los ingleses anotó seis goles y otorgó dos asistencias.
Pero hay más, en los últimos cinco juegos, vuelta de cuartos de final ante Granda (1 gol), serie ante Roma de semifinales (4 goles y 2 asistencias) y la final ante Villareal (1 gol) hizo ilusionar en grande a su conjunto.
Además, es el cuarto jugador de la historia en anotar en las semifinales de ida, más la vuelta, más la final, junto a Diego Forlán (2009-2010), Radamel Falcao (2010-2011) y Kevin Gameiro (2015-2016).
Otro dato más, Cavani anotó 14 goles en 17 finales decisivas en su carrera, lo que habla de su calidad en los momentos claves cualquiera sea su camiseta.
Su amor por este deporte es tal, que su preponderancia física es tremenda, al punto que con 34 años y 101 días es el futbolista más longevo en toda la historia del Manchester en convertir en una final europea, superando al inglés Teddy Sheringham (33 años y 54 días).
De esta forma, la temporada del salteño computa de 39 partidos (muchos de ellos ingresando o con pocos minutos), con 17 goles y seis asistencias. A eso, hay que sumarle que marcó diez veces en los últimos once partidos.
Los penales, en una definición memorable, no permitieron poner el broche de oro a su temporada. Él tuvo el quinto en la final ante Villareal y no falló, pero si lo hizo su compañero De Gea ante Rulli, para que la copa se fuera para España.
Camiseta en la cara tras consumarse la caída pero solo unos minutos, para luego reacomodarse rápido, consolar a sus compañeros y recibir la medalla por el subcampeonato entre los saludos de sus rivales que reconocieron una figura que demostró vigencia y clase.
Sangre color celeste, otro de esos que dijeron que ya no daban la talla y a fuerza de goles, entrega y compromiso, les dio un cachetazo pisando el verde césped.
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