La mano de Angeleri que no cobró Bentancur y el penal contra los aurinegros que pitó Cunha.
Penales y rojas quedaron como saldo de las polémicas de la cuarta fecha del torneo Clausura.
Los comentarios fueron de sábado a domingo debido a la dualidad de criterio de los árbitros.
El sábado en el Tróccoli, Cerro protestó por un penal que el juez Javier Bentancur pasó por alto y que podía haber significado el empate de los albicelestes.
En determinado momento del juego la pelota pegó en la mano del defensa tricolor Angeleri y desvió la trayectoria de la pelota. Bentancur desestimó el reclamo.
Al día siguiente, Peñarol cargó contra el árbitro Andrés Cunha por una serie de decisiones donde se sintieron perjudicados.
Primero, un penal de Martín González contra el delantero Gabriel Fernández, y, luego, el penal que sancionó Cunha a favor del local en una acción similar a la vivida el sábado en el Tróccoli. La pelota pegó en la mano de Freitas y el árbitro no dudó en sancionar el penal que significó el descuento de Liverpool y generó incertidumbre hasta el final del juego.
Los partidos de los grandes no fueron los únicos que crearon polémica. En el Paladino, el Fénix de Juan Ramón Carrasco se sintió perjudicado por la expulsión de Andrés Barboza a los 11 minutos de juego.
El defensa del elenco de Capurro saltó a cabecear una pelota en la mitad de la cancha y, aunque tuvo contacto con el rival, su intención no fue golpear. El juez Leodán González lo expulsó con roja directa.
Media hora después, Rodrigo Abascal (Fénix) tuvo una incidencia similar y le aplicó un golpe a Colman, que, a diferencia de la anterior, el árbitro sancionó con tarjeta amarilla.
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