Desde que Gabriel Fernández dejó de jugar “a lo Viatri”, explotó y encontró su mejor versión en el aurinegro.
Su nombre
estuvo en el tapete durante el verano. Los dos grandes pelearon por sus
servicios. Cuando todo indicaba que terminaría yendo a Los Céspedes, el
aurinegro rompió el mercado y se llevó al goleador.
El
accidente que sufrió Lucas Viatri en la última Navidad, donde un petardo
le explotó en la cara y puso su vista en peligro, obligó a Leonardo
Ramos a pedir un centrodelantero de esas características físicas:
grande, corpulento.
El
apuntado fue el “Toro” y el 18 de enero selló su llegada a la
institución. Tan solo cuatro días más tarde, tuvo el mejor estreno de
todos. En un amistoso contra Nacional ingresó a los 65’ y 11 minutos más
tarde decretó el 2-0 final. Tras una gran arremetida de Rodrigo
Piñeiro, el juvenil lo lanzó en carrera. Fernández acomodó la pelota,
pisó el área y remató cruzado para comenzar a ganarse el cariño de los
hinchas aurinegros.
En esa
primera presentación, el “Toro” ya demostró que así es como se siente
más cómodo en la cancha: de frente al arco y aprovechando su potencia.
Sin embargo, la recuperación del argentino se fue demorando más de lo
esperado y el “Toro” tuvo que lidiar en un rol que no lo favoreció:
lejos del arco, jugando permanentemente de espaldas y pivoteando para
sus compañeros.
Jugó “a lo Viatri” y a pesar de que alternó mejores y peores partidos, le costó acomodarse en el equipo.
Con la
llegada de Diego López, el “Toro” vivió una especie de refundación
dentro del equipo y eso es también mérito del nuevo entrenador, que lo
adelantó en la cancha y lo puso a jugar como último hombre, como
definidor.
Encima,
el “Memo” apostó a juntarlo con el argentino en su regreso a la
actividad y la jugada le salió bárbara porque se complementan a la
perfección. Viatri hace el trabajo sucio y él aprovecha todos esos
espacios que le genera para sacar a relucir sus condiciones.
“Tienen
características parecidas, aunque no son iguales. Tenemos claro que son
difíciles de marcar en el área. Tenemos que tratar de hacerles llegar la
pelota de la mejor manera posible. Debemos darle más continuidad a ese
tipo de jugadas”, explicó.
Diferencias. Los
números son contundentes. De los 10 goles oficiales (nueve por el
Uruguayo y uno por la Libertadores) que marcó Fernández con la camiseta
de Peñarol, seis los convirtió en este Torneo Clausura.
Desde su
llegada, entre compromisos locales e internacionales, acumula 27
partidos (1.662 minutos). Esto le da un promedio de un gol cada 166
minutos.
Goles. Todos los tantos que marcó Fernández fueron dentro del área y bajo tres características.
En el
Apertura hizo dos de cabeza mediante dos pelotas paradas ante Liverpool y
Cerro. Contra Atenas, en el otro gol que marcó en ese certamen, festejó
tras una corrida con una buena maniobra individual incluida.
En la Libertadores, frente a Libertad en Asunción, nuevamente se fue en velocidad y definió ante la salida del arquero.
¿Y ahora
en el Clausura? Marcó uno de cabeza (contra Racing en la primera
fecha), uno tras irse mano a mano con el arquero (frente a Liverpool
luego de un estupendo pase de Viatri) y cuatro con definiciones de
primera llegando por el centro del área.
Estos
goles, típicos de un número nueve, eran chances con las que en el primer
semestre difícilmente podía contar porque se encontraba lejos del arco
peleando con los zagueros. Ese trabajo es el que hoy hace Viatri y eso
también se evidencia en sus números, porque en este semestre aún no pudo
convertir y en el Clausura del año pasado solo puso cuatro goles pese a
ser determinante en otras facetas del juego para el Peñarol, que
terminó quedándose con el título de Campeón Uruguayo.
De
cabeza, tras lanzarlo en velocidad o llegando por el medio, son las tres
vías por las que hoy el aurinegro le saca jugo al “Toro”. Pasó a jugar
de frente al arco, como más le gusta, dejó de hacer el trabajo que venía
realizando Viatri y encontró su mejor versión.
Ascenso. Como si fuera poco, esta también es la mejor temporada del “Toro” desde que está en Primera División.
En
2012/2013, marcó dos goles en 12 partidos para Cerro Largo. En 2013/2014
no convirtió en cuatro partidos con Defensor Sporting. Ya en Racing,
marcó cinco veces en la temporada 2014/2015 (14 partidos), ninguno en la
2015/2016 (16), ocho en 2016 (15) y dos en 2017 (4).
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