El
cierre de la temporada 2017/18 encontró al Barcelona con un nuevo
trofeo en las vitrinas, tras consagrarse campeón de La Liga. De la misma
manera comenzó la temporada 2018/19: levantando un trofeo.
Por
motivos comerciales, el supercampeón de España se coronó en Marruecos,
pero lo cierto es que Barcelona (victoria 2-1 sobre Sevilla) suma un
título más y comenzó con el pie derecho una temporada en la que se
preparó como para ganar toda competencia en la que participe.
El
trofeo no fue uno más ni para el club, ni para Lionel Messi, quien
levantó su primer trofeo como capitán luego de la despedida del club de
Andrés Iniesta. Luis Suárez volvió a ser la referencia en el área rival y
pese a que el salteño no anotó, el equipo dirigido por Ernesto Valverde
se quedó con el triunfo y con la copa.
De todas
maneras, el partido no se le hizo para nada sencillo a los culés y
prueba de ello es que a los nueve minutos estaban abajo en el marcador
tras el tanto de Pablo Sarabia, que debió convalidar el VAR luego de que
el línea cobrara un offside inexistente. El árbitro lo revisó y el
Sevilla se adelantó en el marcador.
Barcelona,
donde debutó como titular el brasileño Arthur, encontró el empate cerca
del final del primer tiempo y luego de una carambola dentro del área
rival.
Un tiro
libre de Lionel Messi pegó en el palo, rebotó nuevamente en el vertical,
hasta que apareció Gerard Piqué para poner el tanto del empate tras un
toque corto con el arco libre.
Así se fue el partido al descanso y en el complemento el equipo blaugrana mostró todo su poderío en el campo.
Sevilla
jugó lejos del arco de Marc André Ter Stegen, pero cuando llegaba
complicaba a una defensa de Barcelona que en ocasiones estaba
desprotegida por preocuparse demasiado en encontrar un segundo tanto que
terminó llegando con una bomba de Dembelé.
El
atacante francés, que llegaba al duelo como campeón del mundo, recibió
un tiro libre que Messi sacó rápido y le rompió el arco a Rico.
El
disparo voló y se coló cerca del ángulo derecho del arquero rival, que
poco pudo hacer por despejar una pelota bien direccionada.
Sevilla,
que había logrado disputar esta final por ser subcampeón de la Copa del
Rey (la cual también había perdido con Barcelona), se fue en busca del
empate y antes de los descuentos tuvo su chance.
Cuando
el chileno Arturo Vidal ya estaba en la cancha, haciendo su debut con la
camiseta del Barcelona, Wissam Ben Yedder tuvo la oportunidad de
igualar por intermedio de un penal que Ter Stegen contuvo de manera
excepcional para salvar su arco y sentenciar la coronación blaugrana.
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