“En el fútbol femenino no hay tanto fanatismo como en el masculino. Empecé de volante y terminé siendo arquera”, cuenta Sofía Olivera, figura de selección uruguaya y de Peñarol.
Sofía Olivera, arquera de la selección uruguaya y de Peñarol, es una de las principales referentes del fútbol femenino en nuestro país, ya que reiteradamente ha sido distinguida por obtener el título del arco menos vencido. Y como si fuera poco, en los últimos tres años se coronó campeona.
Su carrera de futbolista comenzó en Rampla Juniors. Luego, Olivera pasó a defender el arco de Cerro, y después llegó a Peñarol, el vigente campeón. Pero hoy en día la pelota está detenida y sus atajadas esperan por la reanudación de la actividad. Mientras tanto, se entrena cumpliendo trabajos físicos en su domicilio de la Villa del Cerro: “Diariamente cumplo con una rutina de entrenamientos en forma individual, la cual me llega a través de la aplicación Zoom, de parte del preparador físico de Peñarol. Los entrenamientos son de martes a sábado, y tenemos libres domingos y lunes. A su vez, contamos con un sicólogo social que nos atiende dos veces por semana, vía online. Esto nos permite estar conectadas entre nosotras, mantener diálogos deportivos y también sobre distintos temas”.
La arquera continúa con su relato: “En mis comienzos en el fútbol femenino me consagré campeona en la categoría juvenil con Rampla Juniors, luego pasé a mayores y también salimos campeonas. Después pasé a Cerro, donde en 2012 ganamos el campeonato. Luego el técnico Daniel Pérez, que me dirigió en Cerro, hizo un proyecto junto a “Pocho” Barindelli para Peñarol y me llevó a filas aurinegras. En 2016 salimos terceras y desde 2017 en adelante fuimos campeonas. En mis comienzos jugaba medio tiempo de volante y el otro medio tiempo de golera, pero luego me quedé definitivamente en el arco. La decisión final de ser arquera se concretó cuando el entrenador Jorge Burgell me designó en 2008 para integrar el plantel de la selección uruguaya Sub-17”.
Rampla Juniors y Cerro son clubes que se dividen las simpatías de un barrio, y a su vez mantienen una rivalidad muy especial. Por consiguiente, cuando Sofía pasó directamente de los rojiverdes al tradicional rival albiceleste, por ahí debió soportar duras críticas: “En el fútbol femenino no hay tanto fanatismo como en el masculino. Mis amigas y también muchos allegados comprendieron y aceptaron el cambio de club”.
Finalmente, la actividad oficial y los entrenamientos de los planteles de los clubes afiliados a la Asociación Uruguaya de Fútbol, se encuentran paralizados por la emergencia sanitaria del Covid-19.
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