Cuesta entender qué hacía Paolo tan tranquilo, indefenso, sin argumentos para defenderse ante el juez.
Muy poco hay para recordar de aquel partido entre Uruguay y Francia, disputado en el Mundial organizado por Corea y Japón en el año 2002. Un cero a cero aburrido, deslucido, trabado y cuando uno dice más de tres palabras para describir algo ya se empieza a escuchar la voz de Scelza en algún lado.
De aquel certamen uno más bien se quedó con imágenes como la del Chengue saltando a cabecear en la línea errando un gol cantado, el cabezazo de Púa en esa misma jugada, Paco Casal en el banco de suplentes o el negro Méndez siendo ultrajado por los volantes y laterales de Dinamarca. Si algo nos dejó ese Mundial fueron imágenes pintorescas.
Los inútiles que nos pasamos todo el día en las redes sociales nos perdimos una actuación única de Uruguay y la posibilidad de generar contenido de interés para todo aquel que quiere reírse de la desgracia ajena.
Pero como la tecnología al igual que el fútbol da revancha, acá estamos casi 20 años después para hacer justicia. Con el perdón de todos los que hacen justicia de verdad. Seguimos perdiendo el tiempo y nos pusimos a rescatar imágenes que en su momento hubiésemos podido viralizar.
Tal es el caso de esta imagen que muchos recordarán. Tumulto de jugadores franceses protestándole al juez por algo que había sucedido hacía unos minutos antes. Cuesta entender qué hacía Paolo Montero tan tranquilo, indefenso, sin argumentos para defenderse ante el árbitro. Si hubiese sido una simple patada, nuestro capitán no se hubiese quedado callado. Algo grave debe haber pasado. Manejamos la teoría de un asesinato que las cámaras no llegaron a tomar. Habría que revisar los videos para ver con cuántos hombres terminó Francia aquel partido.
Sea como sea, esta imagen fue de las mejores cosas que dejó aquel partido y no vamos a dejarla ahí, desaprovechadita en los archivos de Google.
De cuando las redes no te dejan crecer
De la dificultad de ponerse en forma
De la pandemia y el jaque al capitalismo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario