El delantero uruguayo del Nashville estadounidense dijo haber vivido un “ataque de ansiedad” y publicó un “desahogo emocional”.
Rodrigo Piñeiro debutó con 18 años en el primer equipo de Peñarol tras haber sido la sensación de Miramar Misiones en la Segunda División Profesional y luego tuvo poca participación en el equipo aurinegro, por lo que empezó un periplo de pases a préstamo.
El atacante que hoy tiene 22 años estuvo en Boston River, Rampla Juniors y Danubio buscando la continuidad que no había logrado en filas aurinegras. Jugó poco en Boston River, bastante más en Rampla Juniors y 20 partidos en Danubio, justo en la temporada de su descenso.
Para la 2021 recaló en el Nashville SC de la Major League Soccer estadounidense pero casi no fue tenido en cuenta. Sumó un puñado de minutos en cancha en un par de partidos y fue al banco de suplentes en otros dos, pero sin llegar a ingresar.
A través de sus redes sociales hizo público su malestar en reiteradas oportunidades, pero en el correr de la última semana fue un poco más allá. “Ojalá algún día la gente entienda que la salud mental es tan importante como la física. Yo no aguanto más”, escribió en su Instagram.
Horas más tarde, su representante, Edgardo Lasalvia, agradeció a todos los que se preocuparon por él y aclaró que “está bien”, más allá de que “pasó un momento complicado emocionalmente”. “Está más fuerte que nunca y lo veremos siendo feliz adentro de las canchas de nuevo”, agregó.
Este domingo, el propio Loly Piñeiro fue el encargado de dar tranquilidad a quienes lo siguen. Dijo haber pasado “un ataque de ansiedad muy feo” y contó que está así “hace muchos meses”. Lejos de su familia, hizo una publicación en Instagram “como un desahogo emocional” pero ya está “en manos de un profesional” que cuida de su salud mental, y su pareja viajó a acompañarlo.
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