Como si fuera un niño o como los miles de hinchas que estaban en la tribuna del Monumental. Así saltaba Marcelo Gallardo a medida que uno a uno los goles iban cayendo en el arco de Jorge Wilstermann y que iban moldeando una jornada histórica.
Más allá de que no se convirtió en la goleada más abultada de la Copa Libertadores, el 8-0 dio mucho que hablar en el mundo fútbol, al igual que lo hace el “Muñeco” cada vez que su River Plate sale al campo.
Lejos quedó ya aquel 6 de junio de 2014 en el que en conferencia de prensa Gallardo era presentado como nuevo entrenador del elenco Millonario.
Ídolo como jugador, generaba incertidumbre sobre su desempeño de la línea para afuera, pero en poco tiempo comenzó a satisfacer a hinchas y a dirigentes, lo mismo que había hecho antes en Nacional.
Tras un pasaje como jugador en el conjunto tricolor, Gallardo tenía pensado retirarse y tomar un descanso lejos de las canchas para dedicarle tiempo a su familia, a la que seguramente con la carrera activa que tuvo no pudo disfrutar del todo. Sin embargo, había un grupo que no tenía esa idea.
En ese grupo estaban el entonces presidente de Nacional, Ricardo Alarcón, así como Luis Bruno y Álex Saúl, que en ese tiempo pertenecían a la Comisión de Contrataciones. La intención estaba fijada: persuadirlo para que se hiciera cargo del equipo principal como técnico tricolor. La tarea no fue sencilla, pero en una reunión que se llevó a cabo en Colonia donde estuvieron Bruno, Saúl, Alarcón, Daniel Enríquez (gerente deportivo de esa época) y el profesor Marcelo Tulbovitz (que sería el preparador físico) se llegó a un acuerdo y el “Muñeco” pasó a ser técnico de Nacional.
“Uno fue encontrando una persona muy racional, con una visión muy clara, con una gran convicción y cuando llegó el momento de tener que elegir a un nuevo técnico, desde mi punto de vista él era el indicado”, manifestó Bruno. Gran parte de eso fue lo que lo llevó a ser bicampeón con Nacional (como jugador y entrenador) y dejar una huella imborrable en filas tricolores, la que poco a poco se hizo más grande con su llegada a otro grande: River Plate.
Bruno agregó: “Gallardo reunía tres cosas fundamentales. Que es un buen padre de familia; otra, abrirse de la manera en que lo hizo cuando le propusimos a Tulbovitz como preparador físico; y la suerte, que es algo que en fútbol siempre hay que tener”.
Solamente Gallardo sabrá las cosas que pasaron por su cabeza cada vez que observó a los distintos capitanes del conjunto Millonario levantar una tras otra las copas que consiguió en los más de tres años que lleva al frente de River Plate.
Pasó por crisis, como le puede pasar a todos, y en varias ocasiones amagó con dar un paso al costado, pero siempre lo convencieron para volver y cada vez que lo hizo lo completó con grandes planteles y copas tanto internacionales como nacionales, que siguieron completando las vitrinas de River.
“Marcelo es un hombre serio, profesional de primera, con gran poder de motivación, un estudioso. Las prácticas de fútbol las veía arriba, en la tribuna con Buján, mientras los titulares hacían fútbol con Biscay (ambos ayudantes técnicos en su estadía en Nacional). El éxito que tiene hoy es gracias a su cuerpo técnico. Saben trabajar callados”, sentenció Bruno.
Por ahí el debe, que todavía puede satisfacer, es el de ganar lo que ahora es la Superliga Argentina. A nivel local se pudo coronar en Copa Argentina, pero de manera un tanto increíble nunca se pudo quedar con la liga local, algo que sí logró en Uruguay.
Justamente la relación con nuestro país sigue siendo muy estrecha y prueba de ello es que cinco de los siete jugadores extranjeros que llegaron a River Plate en la “era Gallardo” fueron celestes. El primero fue Camilo Mayada, más acá en el tiempo lo hicieron Tabaré Viudez e Iván Alonso, mientras que en el último período de pases se reforzó con Nicolás de la Cruz y Marcelo Saracchi. A su vez, repatrió a Carlos Sánchez y a Rodrigo Mora, que no eran tenidos en cuenta por Ramón Díaz
En los uruguayos encontró valiosas figuras que pudieron completar espacios vacíos, pero que con su buen ojo llenó a la perfección. Así al menos lo entiende Andrés Scotti, quien retornó al club en ese segundo semestre de 2010, junto al “Chino” Recoba, y que fue dirigido por Gallardo. “Es simple para resolver determinadas situaciones y eso lo hace ser el técnico que es hoy, con un potencial de futuro increíble”.
No en vano, la web Club World Ranking, que contabiliza los puntos ganados de cada club, tiene a Marcelo Gallardo como el quinto mejor entrenador del mundo.
“No es casualidad. Sabe elegir jugadores, les sabe llegar y todo eso para mí es un combo muy importante a la hora de elegir a un entrenador”, finalizó Bruno, que apostó todo al “Muñeco”, éste no le falló y se puede sentir orgulloso de su decisión.
El “Muñeco” Gallardo marcó la diferencia en lo internacional con cinco trofeos continentales
Lejos había quedado ya la Supercopa Sudamericana de 1997 en la que River Plate había vencido a San Pablo por 2 a 1 en el global y se había consagrado por última vez en un torneo continental.
En una de las primeras experiencias de Marcelo Gallardo como entrenador del elenco Millonario, el “Muñeco ya se quedaba con su primer trofeo internacional como técnico: la Copa Sudamericana 2014
De todas maneras, la racha ganadora no iba a terminar allí, sino que además daba inicio a una seguidilla impresionante en la que los hinchas de River Plate se aburrieron de festejar torneos. El 2015 llegó con la consagración en la Suruga Bank en Japón, la Recopa Sudamericana y se cerró con la tan ansiada Copa Libertadores que le era esquiva a River Plate desde 1996.
De todas maneras, la racha ganadora no iba a terminar allí, sino que además daba inicio a una seguidilla impresionante en la que los hinchas de River Plate se aburrieron de festejar torneos. El 2015 llegó con la consagración en la Suruga Bank en Japón, la Recopa Sudamericana y se cerró con la tan ansiada Copa Libertadores que le era esquiva a River Plate desde 1996.
Con ello llegó una participación histórica en el Mundial de Clubes donde los hinchas, que añoraban esa clase de partidos, coparon el suelo asiático para alentar a su equipo, que llegó hasta la final, pero perdió ante un Barcelona que contaba con el tridente de Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez, sumado a un plantel repleto de estrellas. A pesar de que los triunfos internacionales quedaron en stand by, está en semifinales de la Copa Libertadores 2017, completó su primer trofeo local, ya que en 2016 se consagró en la Copa Argentina en una final donde Iván Alonso puso el tanto del triunfo 4-3 que valió el título.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario