La investigación denuncia que a las mujeres de la etnia uigur se les obliga a instalarse dispositivos intrauterinos y se les cobran multas por tener "demasiados hijos".
El gobierno chino está obligando a las mujeres uigures y miembros de otras minorías a tomar anticonceptivos como parte de una campaña para frenar a su población musulmana, según una investigación periodística publicada este lunes y difundido por decenas de medios internacionales.
El informe, emitido por la agencia Associated Press (AP), dice que estadísticas gubernamentales, documentos estatales y entrevistas con 30 ex detenidos y un ex instructor de un campo de detención indicaron que los esfuerzos para reducir las tasas de natalidad fueron mucho más generalizados y sistemáticos de lo que Pekín admite públicamente.
El supuesto programa de control poblacional habría sido llevado a cabo por el Estado chino, incluso cuando alienta a los ciudadanos de la etnia mayoritaria Han a tener más hijos; algunos expertos incluso describen los esfuerzos de mermar a los uigures como un «genocidio demográfico».
Campos de «re educación»
Según los hallazgos de la investigación, los funcionarios someten regularmente a las mujeres pertenecientes a los uigures a controles de embarazo y fuerzan la instalación de dispositivos intrauterinos (DIU), esterilización e incluso abortos en casos que supuestamente alcanzarían los cientos de miles.A los uigures se les detiene y se les encierra en los llamados «centro de re educación», que organizaciones de derechos humanos describen como auténticos campos de concentración en los cuales se les aliena de toda cultura relacionada con su ascendencia étnica y su religión, al tiempo que se les instalan conceptos de patriotismo ultranacionalista y propaganda del gobernante Partido Comunista.
Una de las razones para ser detenidos, como si fueran delincuentes, era tener «demasiados» hijos: a las familias con tres o más hijos se les retiran los niños si no pueden pagar unas excesivas multas mientras la policía allana viviendas constantemente para buscar niños ocultos.
Gulnar Omirzakh, una kazaja de origen chino, dijo que el gobierno le ordenó que se insertara un DIU después de que tuvo su tercer hijo. De acuerdo a sus declaraciones dadas a AP, en enero de 2018 -dos años después de haberle instalado el DIU- cuatro funcionarios con ropa de camuflaje militar aparecieron en su casa de todos modos y le exigieron que pagara una multa equivalente a US$2.685 en no más de tres días por tener más de dos hijos.
Otra mujer que prefirió mantenerse en el anonimato denunció que las autoridades la obligaron también a esterilizarse, y que si no lo hacía sería detenida y llevada a un campo de re educación, suerte que había corrido poco tiempo antes su esposo, un humilde verdulero uigur.
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